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jueves, 17 de noviembre de 2016

La importancia de poder detectar la posibilidad de transmisión de displasia de un modo genético resulta hoy más importante que nunca. Primero porque evitamos los peligros, molestias y gastos de la radiografía y segundo porque encontramos una herramienta mucho más precisa que la imagen.
Y, hoy, a mi modo de ver, resulta más importante que nunca pues hay métodos que evitan el desarrollo de la displasia en perros susceptibles de desarrollarla y por tanto de transmitirla.
Se puede hacer un diagnóstico por los sistemas de medición de laxitud y distracción de los huesos de la cadera, método Pennhip, a los 3 ó 4 meses de edad del cachorro, y dependiendo de estas mediciones nos diagnóstica la posibilidad de desarrollar displasia cuando sea adulto.
En ese momento hay una operación bastante simple, la Sinfisiodesis Pubica Juvenil ((juvenile pubic symphysiodesis). Que ayuda a corregir el problema y un tanto por ciento muy alto de estos cachorros operados no desarrolla displasia.
Pero, tampoco deja rastro en las posteriores radiografías de diagnóstico cuando el perro es adulto. Estos perros operados no deberían poder usarse como reproductores.
Por esto profundizar en el camino genético a la hora de poder encontrar esos diferentes genes que actúan el esta enfermedad resulta hoy más importante que nunca.
Si un criador se ha quedado con el que parece mejor cachorro de la camada y a los tres meses se le hace el Pennhip y se observa la posibilidad de que este cachorro desarrolle displasia y se opera de JPS quedamos en manos de la ética y la confianza porque en la futura radiografía de diagnóstico no quedará rastro de la operación efectuada al cachorro y podemos criar con un perro A o B, que en realidad no corresponde a lo que el perro tendría si no hubiera sido operado.
Por otra parte esto es muy ventajoso para tener un perro sano, es decir para el pero en sí mismo. Un cachorro diagnosticado a los tres cuatro meses y “corregida” esa posibilidad con una operación más sencilla y menos costosa que todo lo que puede sufrir si el mismo problema se descubre cuando es adulto ya lo ha desarrollado, cojea y tiene artrosis.

Es decir, es una maravillosa solución para el perro pero…  los perros que han pasado por esta operación deberían estar totalmente retirados de la crianza.

 https://ddd.uab.cat/pub/clivetpeqani/11307064v27n4/11307064v27n4p255.pdf